POCO Y NADA

30.8.07




 Cinco fechas debieron pasar para que Gimnasia (LP) conociera la victoria en este Torneo Apertura. Después de un comienzo muy flojo, que incluso provocó el cambio de técnico (Falcioni por Maturana), pudo sacarse la espina. Fue como local ante San Martín de San Juan, con un claro 2-0 que consistió en meterla en los momentos más oportunos. Un gol en el arranque de cada tiempo y a cobrar.

Apenas iban dos minutos. Tras un centro desde la derecha y un rechazo, la pelota volvió al área y Leguizamón no titubeó. La mató con el pecho y, sin dejarla picar, definió con un derechazo de media vuelta, abajo y cruzado. El arquero Monasterio nada pudo hacer para evitar el rápido 1-0 del local.

Al Lobo se le notaba otra actitud. Jugaba mejor y era superior ante un rival que apostaba decididamente al juego aéreo. Sin éxito. A once del descanso, Leguizamón encaró por izquierdo y buscó el primer palo. Su remate salió desviado. Y sobre el cierre, Ormeño le dio desde su casa y la bola reventó el palo derecho de Monasterio. Entretiempo.

Casi como un calco de la primera, la segunda parte empezó con un grito tripero. Una jugada por derecha derivó en la banda izquierda, Salvatierra encaró, enganchó y resolvió con cara interna ante la salida del arquero, que no pudo tapar el disparo bajo contra su palo izquierdo. El 2-0 era un nuevo envión anímico para Gimnasia y además significaba un durísimo golpe a la ilusión sanjuanina.

San Martín fue a la carga como pudo. Por arriba, por abajo. Pero le faltaron ideas e ingenio para quebrar el cerrojo que paraban los dirigidos por Falcioni en el fondo. Y de contra, el Lobo arañaba el tercero. Lo tuvo Piatti en un remate desde afuera del área, de zurda, y la pelota le pidió permiso al palo izquierdo del arquero visitante para salir.

No hubo tiempo para más en el estadio Ciudad de La Plata. La historia terminó con la expulsión de De La Fuente en el conjunto de Teté Quiroz y el desahogo de Gimnasia, que dejó la mufa en el camino y sonrió por primera vez en el campeonato.


La Plata, 29 de Agosto
Apertura 2007, Fecha 5

Gimnasia La Plata 2
Luciano Leguizamón, Roberto Salvatierra

San Martín de San Juan 0

HISTORICO

27.8.07




San Juan era una fiesta. River jugaba por primera vez en esa provincia y nadie se lo quería perder. Las entradas estaban agotadas desde hace ya varios días, y esta tarde en el estadio no entraba un alfiler más. San Martín había tenido un arranque prometedor en el Apertura, pero después sufrió dos derrotas de las previsibles, ante San Lorenzo y Boca. El presente millonario tampoco es de lo mejor. Jugó apenas dos partidos y empató ambos.

El local salió como una tromba a comerse al equipo de Daniel Passarella. No habían pasado ni siquiera cinco minutos que ya Juan Ojeda tuvo trabajo. Primero ganó en el área Luis Tonelotto, y después Sebastián Brusco anticipó a Nicolás Sánchez y su cabezazo se fue por arriba del travesaño. El camino estaba claro: los centros podían ser la estrategia para abrir el marcador para los de Teté Quiroz. Se sabía, a los de la Banda se les complica mucho en ese rubro. Pero River también quería tomar protagonismo. Arrancó a toda velocidad Mauro Rosales, encontró a Radamel Falcao que le devolvió una buena pared y el ex delantero de Newell's definió de zurda ante la salida de César Monasterio, que llegó a sacarla con los pies. En el rebote, el colombiano remató y el arquero se lució una vez más.

El campo de juego no estaba en buenas condiciones, como en aquel encuentro con San Lorenzo en la segunda fecha. Por eso, no era fácil controlar la pelota, que llegaba a los pies a los saltitos. Ojeda salió rápido de contragolpe para Paulo Ferrari, el defensor combinó con Ariel Ortega y después le pegó en la puerta del área. Otra llegada de River que fue resuelta por el uno de los sanjuaninos. El trabajo defensivo era prolijo de los locales. Al Burrito, estandarte millonario en este comienzo del Apertura, lo marcaban de cerca y no lo dejaban mover con comodidad. Igual, el jujeño se las ingeniaba para complicar a sus rivales. Puso un centro con categoría a Falcao, él la controló y se la pasó a Belluschi, que no dudó y con un zurdazo sin dejarla picar casi abre el marcador, si no hubiera sido por la excelente reacción de Monasterio que la descolgó del ángulo.

Belluschi arrancaba por la izquierda, aunque aparecía también por el medio y eso mareaba a los defensores. Lo dejaron venir y el capitán apuntó abajo a la izquierda y se fue rozando el palo. Respondió el local con la misma fórmula: centro de Facundo Torres y cabezazo de Tonelotto. Esta vez fue a las manos del arquero de River. El primer tiempo no daba descanso, y Falcao tuvo la suya con un derechazo y Monasterio volvió a sacarla. El mismo delantero millonario, pero esta vez en su área, la tocó con la mano y Federico Beligoy no dudó: penal para el Santo. La jugada fue dudosa, y el colombiano salta con el brazo extendido para evitar un centro de Pacheco. Para el árbitro fue claro. La chance inmejorable era para el goleador sanjuanino. Fuerte, pero poco esquinado fue el remate, Ojeda esperó y la desvió con los pies. En tres partidos, el ex de Central que llegó a reemplazar a Juan Pablo Carrizo, ya se pone a los hinchas en el bolsillo.

El complemento arrancó de la misma manera, con un conjunto local que buscó de entrada. El recién ingresado Sebastián Malandra presionó, recuperó la pelota y habilitó a Tonelotto en el área. Todo fue invalidado por que el juez de línea marcó off side. La velocidad y el dinamismo no fueron similares a lo que se vio en la primera etapa. El cansancio se empezó a notar en los hombres de Passarella, que jugaron el jueves contra Gimnasia de Jujuy uno de los encuentros postergados. Por esta razón, el técnico movió rápido el banco. Mandó a la cancha al chileno Alexis Sánchez por Rosales y a Augusto Fernández por Ortega. Después de las críticas por el sistema táctico sin enganche, el DT no cometió el mismo error. Lo paró a Belluschi en la posición del Burrito.

La primera para el visitante fue de Tuzzio, con un zurdazo que tapó Monasterio, una vez más. En el rebote, el defensor tiró el centro y Nicolás Sánchez la mandó muy arriba del travesaño. River trató de salir desde abajo, pero Villagra cometió un error infantil y casi termina en gol de San Martín. La definió Herrera y la pelota se incrustó en el palo izquierdo. Después del asedio de los del Kaiser, el Santo empezó a tener el control. Un tiro libre en la puerta del área para los de Quiroz. Brusco, el ejecutor, como en la final con Huracán para lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino. La acarició con la derecha por arriba de la barrera y se metió en el ángulo. Ojeda, esta vez, se quedó parado sin poder hacer nada. Un gol que se gritó con el alma.

Con desesperación, Passarella puso al Roly Zárate en el lugar de Villagra. A todo o nada era el lema. No se acercaba al arco con muchas ideas, y eran más arremetidas individuales que jugadas armadas en conjunto. Ponzio era uno de los que se cargaba el equipo al hombro. Se animaba a darle de cualquier lado, pero la pólvora estaba mojada. Fernández también buscó el empate y Monasterio la rechazó. Todos iban al ataque, mientras que los locales se refugiaban contra su arco. Defendían el triunfo histórico a pura garra. Desde las tribunas bajaba el apoyo de un estadio colmado, que celebraba antes de tiempo. Ni los cuatro minutos de descuento que dio Beligoy le permitieron a River igualar. Así, San Martín se llevó tres puntos de oro y el Millonario una derrota que duele, y mucho. Los fuegos artificiales del final, una muestra de que San Juan está de fiesta.

San Juan, 26 de Agosto
Apertura 2007, Fecha 4

San Martín de San Juan 1
Sebastián Brusco

River Plate 0




DERROTA INMERECIDA

20.8.07




Seguramente no estaba en los planes de Boca llegar a la tercera fecha con un punto sobre seis. Un año atrás, tampoco en los de San Martín de San Juan jugar en La Bombonera. Bajo estas circunstancias y con ambos necesitados por distintas causas, chocaban el campeón de América y uno de los recién ascendidos a la máxima categoría. Los dirigidos por Quiroz venían de ganar en el debut y caer ante San Lorenzo en la jornada pasada. La invernal tarde en la Capital Federal, con lluvia y frío en el paquete, embarraba el terreno y atentaba contra toda idea de jogo bonito. Aunque no era motivo suficiente para empañar el formidable marco que presentaba el estadio Alberto J. Armando.

El Xeneize intentó tomar la iniciativa enseguida, con ánimos de llevarse por delante a un rival que de entrada se paró expectante. Se notó rápidamente la falta de precisión por parte de los dos. La visita mordía en toda la cancha, a pura presión. Y después de un error defensivo de Maidana, los sanjuaninos tuvieron la primera chance clara del partido. Herrera se metió en el área por derecha, enganchó dos veces hacia el medio y sacó un zurdazo bajo al primer palo. Caranta quedó estático. La pelota dio en el poste y se fue.

La respuesta de Boca, frío y falto de ingenio, consistió en un derechazo de Palermo tras un rechazo corto. Muy desviado. El trámite no daba señales de intensidad y vértigo. Mucho menos de fútbol. Y cuando las emociones parecían estancarse y amigarse con la temperatura, el equipo de Russo dio el golpe por arriba. Banega envió un tiro de esquina desde la derecha y en el corazón del área, entre el borde del rectángulo menor y el punto penal, surgió Ledesma, el goleador inesperado. Cabezazo bárbaro hacia abajo, como dicen los libros, y nada que hacer para Monasterio. El 1-0 era, quizás, el sacudón que necesitaba el domingo.

El descanso llegó dentro de la misma línea que tuvo la etapa inicial de principio a fin: timorato, con falta de ritmo y bajo un escaso grado de acción. Pudo aumentar la diferencia el local. Palacio recibió en el área y definió de primera con un derechazo. La bola pasó cerca del palo izquierdo de Monasterio. Ya sobre el cierre, San Martín arañó el empate. Carreño encontró la pelota por derecha, en el borde del área, luego de un centro a la olla y un rechazo, y sacó el sablazo bajo, cruzado. Apenas al lado del poste derecho de Caranta. Y al entretiempo.

Para jugar la segunda parte, Russo hizo entrar al debutante uruguayo Alvaro González por Ledesma, lesionado, aunque sólo salió por precaución. Al minuto, Ibarra se proyectó por derecha y fusiló a Monasterio, quien respondió con un manotazo. Boca buscaba liquidarlo en el arranque. Palermo estuvo cerca en una contra y Dátolo, solo por izquierda, exigió una vez más al arquero. En el rebote, Brusco molestó a Palacio cuando éste iba a empujar a la red. En el complemento, el partido parecía querer mejorar.

Obligado por la situación, el conjunto de Quiroz salió un poco del fondo y fue, como pudo, a buscar el empate. Herrera y Franco armaron una linda jugada por derecha que terminó diluyéndose. Al ratito, el delantero tuvo otra, pero lo cerraron justo. Palermo contestó con un cabezazo alto tras un centro de Palacio. Y Dátolo se topó nuevamente con Monasterio luego de un buen pase de González. Lentamente, el trámite empezaba a contagiar.

Sin demasiada profundidad, ambos atacaban y se las arreglaban para crear peligro. Carreño probó de media distancia con un zurdazo que salió un metro al lado del palo derecho de Caranta. La segunda modificación de Russo fue defensiva: Cahais por Uribarri. Con el correr del tiempo, el visitante se adelantaba cada vez más y Boca, lógicamente, contaba con espacios para lastimar con una salida rápida. Morel Rodríguez casi la mete en contra y en la siguiente, el uruguayo González metió un centro pasado y cerrado desde la derecha, que dio en el palo. Restaba un cuarto de hora.

Para el respiro generalizado en el local, el árbitro Daniel Raffa pitó el final. Primer triunfo en el Apertura para el Xeneize, que por momentos debió ponerse el overol ante el ordenado e incómodo Santo sanjuanino, de dignísima tarea. Al menos en los resultados, alivio y un poco de tranquilidad para Boca después de un flojo comienzo en el campeonato. 
Buenos Aires, 19 de Agosto
Apertura 2007, Fecha 3

Boca Juniors 1
Pablo Ledesma

San Martín de San Juan 0

SAN JUAN EN PRIMERA, DIGNO MARCADOR

11.8.07




Con el orgullo herido, el campeón del fútbol argentino llegaba a la provincia de San Juan tras la derrota en la fecha inicial ante Newell's. Una provincia llena de ilusión ya que su equipo, San Martín, regresaba a la Primera División como local. Y encima venía dulce, con una victoria en el bolsillo de su visita a La Paternal en el debut en el Apertura.

Hubo un jugador que fue fundamental para el desarrollo del partido. No vale millones, ni juega con la diez en la espalda. El campo de juego cumplió un papel protagónico en la fría noche sanjuanina. Las repetidas heladas dejaron un césped quemado, amarillo y un terreno desparejo que hacía que la pelota corriera desprolija. En ese contexto, el que mejor se movió fue el local.

En el primer tiempo fue difícil ver una jugada elaborada con varios toques. O ataques con real peligro de gol, o remates al arco siquiera. Fue San Martín, por empujo, el que generó la mejores situaciones para quebrar el cero. Primero Pacheco, el criterioso volante central del equipo de Fernando Quiroz, probó con un fuerte disparo desde afuera del área. Orión rechazó al córner con una buena estirada. Más tarde, un tiro libre de Carreño encontró la pierna del Chaco Torres (debutó en el Ciclón) que casi convierte en contra de su propia valla. Y sobre la hora, Tonelotto se lo perdió sólo en el área, de cabeza. Muy poco de San Lorenzo.

Para el complemento Ramón Díaz metió mano. A la cancha Germán Herrera, afuera el Burrito Rivero. El cambio táctico fue fundamental para que San Lorenzo manejara mejor la pelota. Hirsig pasó a la derecha, la Gata Fernández se tiró unos metros más atrás, casi como un enganche. El Malevo Ferreyra bien abierto por la izquierda. Y los dos tanques arriba: Silvera y Herrera.

Pero en el inicio de la segunda mitad, otra vez el equipo sanjuanino era dueño del campo y de la pelota. Desde el equilibrio entre Pacheco y Décima en el medio, más la habilidad de Herrera por izquierda, aunque aparecía por todos los costados, destartalando a la defensa del campeón.

La apertura del marcador se produjo a través de una pelota parada, la única vía peligrosa que tuvieron ambos equipos para llegar al arco rival. San Martín estalló en un festejo a los 24. Un córner desde la derecha, un cabezazo, Orión que no puede retener y Tonelotto que la empujó a la red entre los brazos del arquero. El 1-0 estaba bien.

Aunque San Lorenzo se supo levantar rápido. No le dio tiempo para disfrutar la ventaja al equipo de Quiroz. Tres minutos más tarde, tras un tiro de esquina desde la izquierda, Bottinelli arremetió en el área y el envión lo llevó a su marcador, Alejandro Gómez, a cabecear en contra del arco de Monasterio, que sólo vio cómo la pelota se estrellaba contra la red como un rayo.

El empate parecía clavado. No tenía resto San Martín, a pesar de los cambios de Teté. San Lorenzo estaba mejor en lo físico y corría mejor la cancha. Pero seguía sin ideas para quebrar a Monasterio, de buen trabajo. En la única jugada elaborada del Ciclón, llegó la victoria. Silvera desbordó por la izquierda y envió el centro a media altura. Falló la defensa y por el centro del área apareció la Gata que se tuvo que agachar para conectar de cabeza y vencer al arquero. El desahogo de Ramón Díaz en el banco ejemplificó lo que sufrió el Ciclón en San Juan. Sólo hubo tiempo para que Pacheco viera la segunda amarilla y la consecuente roja para dejar al local con 10 en los últimos minutos.

San Lorenzo es el campeón e hizo pesar su jerarquía para llevarse un valioso 2 a 1 de San Juan. No mereció quedarse con las manos vacías San Martín, aunque por actitud quedó la sensación de satisfacción en el local. El último campeón se recuperó y ahora su panorama cambió en busca del Bi, aunque todavía le falta para alcanzar su mejor nivel. 


San Juan, 10 de Agosto
Apertura 2007, Fecha 2

San Martín de San Juan 1
Luis Tonelotto

San Lorenzo de Almagro 2
Jonathan Bottinelli, Gastón Fernández

REGRESO SOÑADO

5.8.07




 San Martín de San Juan aprobó hoy su primer examen en su regreso a la Primera: venció por 1-0 a Argentinos en La Paternal. El delantero Luis Tonelotto, de cabeza, señaló el único tanto.

El Bicho arrancó tímido. Con Giannni y Hauche superponiéndose en el mediocampo, al equipo le faltó fuerza en el ataque. Los volantes del conjunto visitante presionaron y lograron su primer objetivo: quitarle precisión a los encargados de manejar la pelota en el equipo de Caruso Lombardi. Por lo tanto, llegar hasta Monasterio era una quimera.

Lentamente, los de Quiroz se fueron animando. Con poca gente en la ofensiva pero aprovechando bien los espacios. En una de las primeras que tuvo, abrió el marcador por medio de su jugador símbolo, Tonelotto, el autor del gol que le dio el ascenso al Santo. El punta gritó tras una excelente palomita. Todo se daba como lo había planificado Teté Quiroz.

Con orgullo, pero sin ideas, Argentinos fue por la igualdad. El entrenador sacó a Hauche y le dio vida al grandote Delorte. El encuentro no cambió. El visitante se refugió en el fondo y apostó por una contra. Mientras tanto, el central Frontini sacaba todo lo que caía en el área. Es verdad que el Bicho tuvo sus chances y mereció algo más. Pero cuando fue necesario apareció el experimentado arquero Monasterio para cerrar el arco.

Con el pitazo final, estalló el banco de suplentes del equipo sanjuanino. Los jugadores del Santo fueron a ofrendarle la victoria a su tribuna. Todo lo contrario sucedió en el local. Los dirigidos por Caruso Lombardi se retiraron del campo de juego bajo una estruendosa silbatina.



Buenos Aires, 4 de Agosto
Apertura 2007, Fecha 1

Argentinos Juniors 0

San Martín de San Juan 1
Luis Tonelotto