SOLO UNA NEBLINA, QUEDA LA VUELTA

10.6.07


Es el fruto de una temporada de esfuerzos. De sueños divididos en 38 partidos con diferentes resultados, pero con el mismo objetivo. El de sumar para llegar a una posibilidad de ascenso. Ese fue el camino que recorrieron 20 equipos, pero que sólo dos o tres consiguieron atravesar con felicidad. Dos de ellos son Huracán y San Martín de San Juan. Gracias a que Olimpo de Bahía Blanca se quedó con los torneos Apertura y Clausura, los conjuntos de Mohamed y Quiroz consiguieron el pase a la final por el segundo ascenso a Primera División. El ser los mejores de la temporada, les deparó en un muy buen regalo. Será cuestión de ver quien tendrá las mejores armas para aprovecharlo.

Pero ese camino hasta la definición no llegó con facilidad para ninguno de los dos. Es más, hasta la anteúltima fecha, el que entraba era Tigre. Pero una variable de resultados que depositaron a Olimpo en Primera y al Matador junto a Rafaela (llegaba como líder en el Clausura), entre otros, en el Reducido por la Promoción, le dieron la chance al Globo y al Santo para que definan entre ellos el segundo clasificado a la máxima categoría del fútbol argentino. ¿Un favorito? Realmente los dos corren con las mismas chances. Uno fue el candidato del inicio de temporada y el otro la sorpresa. Todo puede pasar.

Pero dentro de este enfrentamiento hay varios ingredientes en juego. Uno de ellos es el de los entrenadores. Mohamed y Quiroz son amigos desde hace muy chicos. Desde que compartieron inferiores en el Globo y el plantel de Primera División a principios de la década del 90. Otro, el de la relación del DT de los sanjuaninos con el público de Huracán. En poco tiempo, Teté pasó de ser un referente de la institución a el villano de la película, odiado tanto como un jugador del máximo rival. Y, pasa que el ex Racing priorizó abandonar el barco en momentos de definición, por una buena oferta económica que llegó desde Primera.

Pero basta de previas que entusiasman pero no animan como el juego en sí. Federico Beligoy pitó el comienzo y la pelota rodó por el césped del Tomás A. Ducó. Huracán, haciendo pata ancha en su propio estadio, tomó la iniciativa y se adueñó de la pelota. Con mucho juego de sus mediocampistas comenzó a arrinconar a los sanjuaninos en su arco, pero con remates de media y larga distancia. Si bien los dirigidos por Quiroz no tenían protagonismo, tampoco la pasaban mal en Parque Patricios. De a poco los volantes lograban controlar a Solana, Coyette y compañía y el fútbol comenzaba a desaparecer.

Hasta ahí, el trámite no había dudas que dejaba mejores dividendos para los visitantes que para los locales. El 0-0 le sentaba muy bien a los sanjuaninos, que en su estadio se hacen muy fuertes. Pero todavía restaban 45 minutos. Y el público de Huracán, que por cierto copó el estadio Quemero, estaba sediento de aunque sea un gol. Esa necesidad de los hombres del Globo, implícitamente estaba acompañada de un fantasma llamado Ramón Díaz. Su máximo rival está por consagrarse en Primera y sólo un ascenso podría apagar esa amargura de saber que los vecinos festejan a lo grande.

Entonces, con esas ganas de conseguir lo que tanto buscan desde hace unos años, Huracán salió con una actitud diferente en la segunda etapa. Iban apenas 2 minutos de juego cuando Beligoy cobró una falta en la puerta del área, ideal para el pie de Mauro Milano. El delantero que en más de una ocasión se despachó con algún que otro gol de tiro libre le dio por encima de la barrera y la clavó en el ángulo del palo derecho de Monasterio. 1-0 y delirio de las miles de personas que llenaron el Tomás A. Ducó.

Los de Mohamed, que cuando termine la temporada dejará el Globo, conseguían el gol que buscaban. Para dar tranquilidad a la gente y para pensar con la mente más fría el resto de los minutos de la serie final. No fue mucho más lo que se vio en el resto del partido. Los sanjuaninos igual parecieron estar conformes con ese resultado y prefirieron resguardar el arco propio que bombardear el rival, sin ideas. Ojo, sobre el final, la historia podría haber cambiado. Un centro al medio del área de Huracán, dejó solo a Sergio Plaza, para que el ex Argentinos convirtiera el empate. Pero la tocó con la punta de su botín y la mandó por arriba del travesaño.

El primer capítulo de esta historia se terminó. El segundo (y último para uno de estos dos equipos) será el próximo sábado en San Juan, con un marcador más que abierto. El 1-0, tanto para uno, como para el otro fue un buen resultado. Habrá que ver si el Globo consigue mantenerlo o si el Santo logra revertirlo. En caso de empate en el global, habrá alargue y luego penales. Nada está definido. Lo único que se sabe es que hasta el final, todo puede pasar. Quedan una hora y media de pura pasión. 90 minutos de mucha ilusión. 5400 segundos, para que uno toque el cielo con las manos. ¿Quién será? Habrá que esperar unos siete días.


Buenos Aires, 9 de Junio
Final Nacional B 2006-2007
Partido de Ida

Huracán 1
Mauro Milano

San Martín de San Juan 0

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